La aldea perdida
En los amenos valles de Laviana
la verdad se respira todavía
antes de su herrumbre industrial
este paisaje era grandeza y armonía
Si agudizas el oído en esta aldea dormida
oirás la voz de la tierra que aún perdura
pan de escanda, heno recién segado,
las flores dulces y la fruta madura.
Completo aquí.
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