“Me siento mucho más cómodo del lado de los perdedores”
Elegida entre 707 manuscritos, La noche de la usina se impuso en el certamen literario que otorga 175 mil dólares. “Me gusta construir personajes creíbles, pero confieso que me gustan las buenas personas”, dice sobre su novela ambientada en la crisis de 2001.
La esperanza es lo último que se pierde, aunque muchas cosas estén por extinguirse con la crisis económica y política del 2001. Los “perdedores heroicos” del pueblo bonaerense O’Connor –una geografía familiar, una especie de “vuelta al hogar” en la narrativa de Eduardo Sacheri, Premio Alfaguara de Novela por La noche de la usina, precuela de Aráoz y la verdad– intentan reunir la suma de dinero que necesitan para comprar unos silos abandonados en un predio agroindustrial. La estafa aprieta, pero no ahorca. Antes de que puedan cumplir con ese proyecto, participarán de una “merecida venganza colectiva”. Nota aquí.
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