jueves, septiembre 23, 2010

Marco Ana

Marcos nos cuenta en su blog.
Camarada y amigo.

Caminaba hacia mi casa, apresuradamente, como siempre, cuando se cruzó un amigo en mi camino y me retuvo. Adiviné en su mirada que me iba a dar una mala noticia. En efecto, con voz entrecortada me dijo: ha muerto Labordeta. Me quedé paralizado, sin palabras. Era algo previsible, dado su estado de salud, pero fue un golpe inesperado. Subí a mi casa y tardé mucho en reponerme. Crónica completa aquí

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