martes, octubre 25, 2011

Manuel Cuesta

El mismo amor, la misma lluvia
COMENZAMOS la semana sumergidos en el aguacero más deseado del otoño. Antes de pisar la acera abrimos de nuevo los paraguas como verdaderos inexpertos, iniciando un torpe baile hasta el trabajo, sujetos a este implemento que impone el temporal para defendernos del chubasco o el sirimiri. Lo decía Lorca en su poema Lluvia, es un besar azul que recibe la tierra. La mayoría de la gente cree que las gotas de lluvia son como lágrimas pero no es así, se trata de un milagro más esférico, quizá más parecido al de tu rostro sonriéndome bajo la borrasca. Nota completa aquí

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