jueves, mayo 10, 2012

Joaquín Carbonell

La casta
Los ánimos últimamente se encrespan demasiado, las tertulias familiares ya no finalizan alrededor de la mística figura de Belén Esteban, sino de la economía pura y dura.
Una de las preguntas que se formula la gente de a pie, cuando los ánimos se encrespan, es la siguiente: ¿por qué esta gente que dirige los bancos cobra esos sueldos escandalosos, prácticamente obscenos? Me comenta un amigo transportista que él entendería que si alguien da a ganar mil, se lleve cincuenta. Es una buena proporción. Lo que es asombroso y un insulto, es que un ejecutivo que hunde un negocio (un banco) se lleve un saco de euros de recompensa. Crónica aquí.

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