domingo, mayo 06, 2012

Pablo Moro

Mirar por el dinero
Lo bueno de crecer es que uno acaba compartiendo la gestión de las necesidades básicas de una persona.
Hace años, cuando las pesetas aún no eran "antiguas", el Banco de España acuñó un modelo de moneda con un agujero en el medio. Eran los cinco duros de toda la vida en una nueva versión que propiciaba un chiste fácil y poco ingenioso para los niños de entonces, agotados de escuchar a sus progenitores decir que "había que mirar por el dinero". Ninguno de los preadolescentes que asomábamos las pupilas sonrientes al centro de aquel círculo dorado, podíamos imaginar hasta qué punto íbamos a convertirnos en nuestros padres ni de qué extrema manera, esa ley, iba a ser fundamental en nuestra vida. Crónica aquí.

0 comentarios: