viernes, agosto 08, 2014

Ismael Serrano

La llamada.

Comiendo pipas de girasol,
sentado en un banco del parque,
la tarde alumbra tu aburrimiento.

No era esto lo prometido:
niño perdido, desde el andamio,
todo tu barrio te veneraba.

Y ahora sueñas en la cola del paro,
con un verano con playas de oro que no verás.

Completo aquí.

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