miércoles, mayo 13, 2015

Manuel Cuesta

La aldea perdida


En los amenos valles de Laviana 
la verdad se respira todavía
antes de su herrumbre industrial
este paisaje era grandeza y armonía

Si agudizas el oído en esta aldea dormida
oirás la voz de la tierra que aún perdura 
pan de escanda, heno recién segado,
las flores dulces y la fruta madura.  

Completo aquí.


0 comentarios: