jueves, julio 05, 2018

Rodolfo Serrano

Una llamada
Me llamas y me dices que estás triste.
Y cansada y que sufres y que él no te hace caso.
Que le sigues amando y que darías
cualquier cosa
porque todo fuera como antes.

Me comentas que esperas sus llamadas,
pero no llama nunca, y muchas tardes
te lanzas a la calle, entras en bares
y pides esa copa que tanto le gustaba.
La vida es una mierda, me aseguras.
Y no sabes qué hacer cuando su ausencia
te golpea igual que las promesas de esas noches
en las que fuisteis guapos y felices.
Yo te escucho llorar. Me dices que estás sola.
Y que le echas de menos, y te conformarías
con que se acordara de ti de cuando en cuando.
“Una palabra. Tan solo una llamada.
¿Me comprendes?”.
Y te digo que sí. Que te comprendo.
Y me mandas un beso y te despides.
Yo cuelgo sin decirte que es lo mismo
que me pasa contigo, joder. Y que yo encima
no tengo a quien contárselo.


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