miércoles, marzo 16, 2022

Rodolfo Serrano

 La pareja

Hace ya muchos años.
Los vi envejecer juntos.
A la puerta de casa -chalecito discreto-
asomaba, muy joven, para besarle antes
de que él cogiera el auto para ir al trabajo.
No logró la rutina cambiar nunca ese beso
ni la mirada de ella pendiente de su marcha.
Alguna tarde, cuando
los años se dejaron
caer como una piedra sobre las quietas aguas,
los encontré arrastrando unos niños perfectos,
-igual que lo eran ellos-
por las calles del barrrio.
O tomando un café -sin azúcar, supongo-.
Más tarde,
los hijos ya casados y ellos solos,
caminaban muy juntos cogidos de la mano,
con un perrito de esos
quisquilloso y muy blanco.
Conservaban aún, de cuando fueron guapos,
ese cierto atractivo de los tiempos dorados.
Siempre nos saludamos con un gesto, de lejos.
Casi cincuenta años de compartir el tiempo
y nada sé de ellos,
ni de mí saben nada.
Ni siquiera notamos la vejez que nos une.
Pero arrancamos juntos del negro calendario
las hojas, una a una, que se llevó la vida,
casi sin darnos cuenta,
como ese suave vuelo
que tienen los vencejos en esta primavera.
Foto de Raul Cancio.



0 comentarios: