viernes, febrero 10, 2023

Ana Montojo

 PERDONAD

A veces la poesía me supera
o quizá me resulta insuficiente,
no me cabe en los versos esta angustia,
este peso en el alma y este miedo.
Los poemas ajenos y los propios
me cuelgan de los dedos como sacos vacíos,
no consigo encontrarme en ningún verso
ni acoger en los míos a otros corazones.
Perdonad, compañeros, si no os leo
pues la culpa no es vuestra,
sino que es del espanto que me invade
y que me paraliza los sentidos.
Y me siento incapaz de apreciar la belleza,
de disfrutar la vida o el amor.
Pero aún no estoy muerta, eso es un lujo
que ni siquiera puedo permitirme.
Y me siento una extraña entre tanta alegría,
éxitos, libros, recitales, premios,
deslumbradoras luces para esconder la sombra;
pero la sombra existe y nos está esperando
detrás de cada esquina.
Por eso me retiro de esta feria
para entrar en la sombra en cuerpo y alma.
No sé si volveré, será la vida
la que al final me salve o me condene.



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