Es bastante
Después de todo, todo lo he ganado:
la vida en el tablero, la esperanza,
algún amanecer, noches contigo,
del tiempo en el que fuimos inmortales.
Los viajes a ciudades que me amaron,
los trenes que llevaron mis abrazos,
las calles relucientes por la lluvia,
las cálidas tabernas, los moteles
de oscuras carreteras y deseos.
He ganado la vida. Y he vencido
al miedo y al desastre, a los dolores,
a la desolación de madrugadas
en fríos hospitales. He burlado
a los amores perros y a su ruina.
Después de todo, todo lo he ganado.
He ganado las horas y los días
en que fuimos felices, cuando todo
era el rincón del lecho en el que estabas
y era tu piel el mapa del tesoro.
Ahora que solo tengo mi tristeza,
este dolor antiguo del pasado,
ahora, cuando el mundo me hace daño,
siento, por fin, que todo lo he perdido,
pero he ganado la vida y tu recuerdo
para dormir en paz hasta la noche.
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