viernes, febrero 28, 2025

Leiva & Robe Iniesta

 Leiva y Robe: así se gestó una canción para ayudar a mejorar el ánimo de un amigo del alma

La última gran colaboración del rock español, ‘Caída libre’, vino después de que el músico madrileño quisiese animar a “un hermano” y pensó que el fundador de Extremoduro era la voz perfecta para acompañarlo

Leiva y Robe Iniesta, dos estrellas del rock nacional, han unido fuerzas en una nueva canción titulada Caída libre, que formará parte del próximo disco del primero. Esta alianza supone la última colaboración de la música española que junta a dos de los grandes representantes de las canciones de gusto por las guitarras y, a su vez, de generaciones distintas. Una unión que ha generado ya un revuelo entre los fans de ambos y ha sido para la mayoría una verdadera sorpresa.

De algún modo, esta colaboración también fue una sorpresa para Leiva. El País Semanal ha estado trabajando con el músico madrileño en un amplio reportaje durante más de un año, que se publicará el próximo 9 de marzo, en el que se ha conocido de primera mano la gestación de su próximo disco, Gigante. Caída libre se incluye en este álbum, el séptimo en estudio y en solitario en la carrera del excantante y compositor de Pereza. Según contó Leiva (Madrid, 44 años) a este periódico el pasado julio, nunca pensó que Robe Iniesta (Plasencia, 62 años) fuera a decir que sí a participar en su canción. Lo que sí tenía claro era que la última composición que había escrito para su nuevo álbum pegaba como “un guante” para el que fuera líder y fundador de Extremoduro. Había escrito ya los versos cuando no paraba de oír la voz de Iniesta en ellos. Leiva, admirador de Robe desde sus tiempos en Extremoduro en los noventa, decidió intentarlo. Se puso en contacto con Alén Ayerdi, manager de Iniesta, y le pidió el teléfono del músico. A partir de ahí, Leiva le mandó la canción al cantante y compositor extremeño y ya solo hablaron entre ellos, sin managers ni discográficas de por medio. En definitiva, sin intermediarios.

Reconoce Alén Ayerdi que Robe Iniesta solo colabora cuando siente las cosas de corazón. Por eso, afirma que esta canción ha sido “una cosa muy de verdad”. En una charla a principios de julio pasado en el barrio madrileño de Malasaña, Leiva, entusiasmado, contó a este periódico que Iniesta acababa de decirle que colaboraría con él, pero que, al principio, quiso que le mandase la canción para escucharla. Así hizo y también Leiva le explicó de dónde venía la inspiración de su canción. “Robe me dijo: ‘Si te animas a escribir una estrofa más recia, estaré encantado de hacerlo”, contó Leiva, quien reescribió la parte que le tocaba cantar a Iniesta y se la volvió a mandar. Incluyó, por ejemplo, el verbo “remontar”, que le gustaba a Robe. “La reescribí pensando en él y me contestó: ‘Ahora sí me veo en la canción. Y me pasa pocas veces, por lo que no hubiera tenido ningún problema en decirte que no”, explicó Leiva sobre lo que le dijo Robe, quien también le pidió algo de tiempo para poder cantarla en estudio. Nota aquí.



Rafa Pons

Luis Quintana

 

Luis García Montero

 “Hubo un momento en el que estaba mal visto que fueras intelectual y te gustara el fútbol”

El director del Instituto Cervantes comparte una jornada de literatura y balompié con el exfutbolista Jorge Valdano con una pasión en común: letras y deporte.

Para Jorge Valdano, el fútbol sin la palabra es muy poca cosa. “A mí el fútbol me entraba de pequeño a través de la radio o de una revista, hasta los 16 años no vi mi primer partido”, aseguró este lunes el argentino, campeón del mundo con su país en 1986. El exfutbolista, también exentrenador, desde hace muchos años comentarista televisivo y escritor, se encontró este lunes en el Instituto Cervantes con su director, el poeta, crítico literario y ensayista Luis García Montero. En el primer evento del proyecto Letras Móviles, un nuevo programa de Thinking Heads que trata de fusionar deporte y literatura a través de varios personajes conocidos de ambos mundos, Valdano y García Montero explicaron sus vivencias y llegaron a una conclusión común: el fútbol y la literatura son dos pasiones perfectamente compatibles.

“Hubo un momento en el que estaba mal visto que fueras intelectual y te gustara el fútbol”, subrayó García Montero. “La literatura tiene una experiencia del tiempo, donde la herencia humana se comparte como una experiencia de bien común y a mí me gusta que el fútbol sea un deporte de equipo, donde uno puede tener mucha calidad, pero si te falla la defensa estás poniendo en peligro al conjunto”, relacionó. El fútbol, coincidieron él y Valdano, es además un deporte de identidad, en el que los aficionados desarrollan con el paso de los años una pasión que crearon de niños. Uno se siente identificado con aquel que es de su mismo equipo de fútbol o con el que comparte un ídolo. La personalidad se forja jugando con un balón en la calle desde pequeño. “La calle tenía una gran ventaja: cuidaba al jugador diferente”, rememoraba Valdano de cuando él mismo era un niño de la pequeña localidad de Las Parejas, en la provincia argentina de Santa Fe. “En aquella época, si jugabas mal al fútbol eras criticado. En la calle es muy fácil descubrir el talento original, en la academia hacen mejores a los mediocres”, aseguró.

En la historia del fútbol, recordaron ambos, ha habido deportistas que han unido goles y letras. Un gran ejemplo de ello fue el brasileño Sócrates (Belém, São Paulo, 1954-2011). Fue médico, además de futbolista, conocido por ello como “doctor”. Capitán de Brasil, participó en los Mundiales de 1982 y 1986. Intelectual, fue articulista, escritor e implicado políticamente con la izquierda, autor de Democracia Corintiana: a utopia em jogo, junto al periodista Ricardo Gozzi. El texto no era sino el relato de un movimiento democrático de funcionamiento interno creado en el Corinthians brasileño, el club en el que jugó Sócrates entre 1978 y 1984. Un modo de proceder revolucionario para su época, pues coincidía con los últimos años de la dictadura militar que cayó en 1985 y dio paso a la democracia.

Además de Sócrates, ha habido otros. Pepe Mel, César Luis Menotti, Miguel Pardeza, Óscar de Marcos y el propio Jorge Valdano han escrito libros relacionados con la que es o fue su pasión. “El balón fue mi primer medio de vida y la palabra ha sido el segundo”, subrayó Valdano. García Montero también dedica unos versos al fútbol en su poema Domingos por la tarde, incluido en su libro Vista cansada. Para el granadino, “el fútbol y la literatura son un diálogo con el tiempo”, no solo por el gol que entra en el descuento y da que hablar, sino por los argumentos que se generan con el paso de los días, como cuando algunos dieron por perdida a la selección argentina contra Corea del Sur en la fase de grupos del Mundial 86 y después, la albiceleste consiguió alzarse con el título en la final ante Alemania. “No conviene que demos a estas cosas un valor excesivo. Son noventa minutos en un vaso de agua. Pero a mí me han quitado muchas veces la sed”, concluye García Montero en Domingos por la tarde. Nota aquí.



Melodías para Quiñones


 

Fito Páez

 

Coque Malla

 Coque nos cuenta por Facebook.

Ay, el duende...
Ese ser mágico, invisible y escurridizo que cuesta tanto que aparezca.
Pero cuando aparece...
Y anoche apareció y se hizo dueño de la situación. Qué maravilla de concierto. Cómo estuvo la banda de soberbia. Y qué luz deslumbrante trajo El Kanka al escenario. Y qué feliz me hace tener a José Nortes al lado pasándoselo como un niño. Y... Miguel Ríos... Estar en el escenario tocando una canción tuya, mirar a tu izquierda y ver al mismísimo Miguel Rios cantando una de sus estrofas... es absolutamente irreal y maravilloso. Algo que me llevaré a la tumba y me hará dulce compañía.
Gracias Sevilla, estuvisteis maravillosos. Y perdón por el lapsus valenciano, son muchos viajes y la cabeza en el escenario patina de vez en cuando. Hasta muy pronto.







Diego Ojeda


 

Mikel Izal

 

Ramón Serrano

 LA ÚLTIMA PORTADA

a Ignacio Fontes
In Memoriam
Cogió los bártulos y marchóse al campo
al salir pasó su mano por el lomo de la gata
caminó hasta la fronda
el aire sabía a historias pasadas
miró a lo lejos
ahí detrás estaba
en lontananza
aspiró las amapolas del recuerdo
las rosas y sus espinas en las páginas recién montadas
la brisa de los titulares en portada
abrió la silla
desplegó el cartapacio
allí estaba negra como la noche cerrada
tomó el lápiz con mano firme
y dibujó la casaca oscura
las cuencas vacías
descarnada y sin piedad la cara
luego trazó la delgada linea de la guadaña
¡Ay! sintió el pinchazo de la espina entre pecho y espalda
regresó a la casa
donde la impía sombra aguardaba
tras las cortinas de la Redacción
ya tenía el titular
a cinco columnas
LLEGÓ TAIMADA DE MADRUGADA
sangrada la cuchilla
sin firma
sólo la cabrona nada.



Fito Mansilla

 


NoTe Va Gustar

 

Javier Rodríguez del Barrio

 Intento hablar de amor,

mientras la calle
-la de ellas-
reivindica justamente
las causas elegidas e incuestionables.
que quizá hoy
debería pensar en ti
como icono de mujer:
madre,
hija,
hermana,
clase trabajadora o artista.
Sin embargo
aquí me tienes,
pensado en ti
como amor probable,
repasando conversaciones,
contando días y
escribiendo versos
sobre una pantalla táctil.
Recuerdo la frase
de Óscar Wilde:
lo malo del socialismo es
que te estropea muchos domingos
por la tarde.
Manía de la duda
* en vísperas del 8 de marzo



Daniel Hare


 

El Roto


 

jueves, febrero 27, 2025

Camilú & Pedro Capó

 


María Guivernau

 ESTA SOY

Ardí en hogueras
que logré apagar
con mis propias lágrimas.
Me rompí tantas veces
que los puzles de mil piezas
me parecen un juego de niños.
Desperté en mitad de la noche
arrancándole el disfraz de sueño
a unas cuantas pesadillas.
Me convertí en contorsionista
a fuerza de intentar ocupar lugares
que nunca estuvieron hechos a mi medida.
Aprendí a esquivar algunos golpes,
cansada de ser lo más parecido
a un punching ball inmortal.
Bebí más de lo que pedía la sed
y acabé haciéndome el boca a boca
demasiadas mañanas de resaca.
Besé sin amar y amé
sin llegar a besar lo suficiente.
Colecciono cicatrices
de todos los riesgos
que jamás me importó correr.
Estuve ciega, sorda y muda.
Siempre termino jugándome
todas las cartas
porque no puedo esconder ases
en mi desnudez.
Y ahora,
llegados a este punto del trayecto
y si aún crees en los te quiero
que pronuncian tus labios,
nunca pidas que deje de ser yo.



Mäbu

 


Valeria Castro

 

Rozalén

 Mary nos cuenta por Facebook.

Ayer mi madre me vio cumpliendo ‘su’ sueño.
Qué sensación más extraña.
Tan alegre y triste a la vez.
Cuántas veces me he preguntado qué hubiera sido de ella si hubiese nacido en mi tiempo.
En el teatro del viejo castillo de Letur mi madre actuaba… Y también participaba mi padre, en ese momento, el joven sacerdote del pueblo.
Ya conocéis de sobra la historia de amor de la que provengo.
Cuando llegué a Madrid, una noche acabé milagrosamente cantando ‘Volver’ con Martirio en el sótano de Luis Pastor y Lourdes Guerra.
Mis padres no se lo podían creer cuando les conté emocionada al día siguiente por teléfono lo que me había pasado.
Anoche, los hilos caprichosos de la vida incluyeron en esa misma escena a mi madre, quince años después…

Joan Camps


 

Luis Salinas

 

Ramón Serrano

 EL LLANTO DE LAS ACACIAS

A los bebés de Gaza
In Memoriam
Las acacias están llorando
hoy lucirá un día de asombro
el azul esplendoroso manto
por la llanura un río de flores
música viva de luz y esperanza
las acacias están desnudas
la primavera está anunciada
el frío resiste y se moja
acurrucado en la sombría estancia
las flores recién nacidas
tiritan en la noche helada
pétalos de tristeza
escarcha en las mortajas
en esta tierra la noche
es una torva alimaña
un afilado cuchillo
hendido en la madrugada
las acacias pura lágrima.



Salvador Amor




 

Lino Suricato

 

Gene Hackman

 La leyenda del cine Gene Hackman y su esposa, encontrados muertos en su casa

La policía investiga las circunstancias del fallecimiento del intérprete, de 95 años, doble ganador del Oscar, y Betsy Arakawa, de 63. La pareja ha sido hallada junto al cadáver de su perro

Gene Hackman, leyenda de la interpretación, doble ganador del Oscar por The French Connection (Contra el imperio de la droga) y Sin perdón, y su esposa, Betsy Arakawa, han sido encontrados muertos el miércoles por la tarde en su casa de Santa Fe (Nuevo México), dentro de la colonia en la que vivía el matrimonio desde que en 2004 Hackman anunció que se retiraba de la vida pública. El actor tenía 95 años y Arakawa 63; llevaban casados desde 1991.

La oficina del sheriff del condado de Santa Fe, Adán Mendoza, confirmó sus muertes a la revista Variety este jueves. En otro comunicado afirmó que encontraron a la pareja a las 13.45 del miércoles, hora de Nuevo México. Según las autoridades “no hay indicios de juego sucio”; es decir, aparentemente no entró nadie en su casa. En estos momentos se investiga la causa de sus muertes. Junto a la pareja también encontraron el cadáver de su perro. Mendoza apuntó en Sky News: “No creemos que haya habido un crimen. La causa exacta de la muerte no ha sido determinada en este momento”.

La impresionante carrera de Hackman en el cine empezó tarde, tras haber cumplido los 30 años, y acabó cuando él quiso: el 7 de julio de 2004, Hackman anunció, después de estrenar Bienvenido a Mooseport y en una entrevista en el programa de Larry King, que no tenía proyectos esperándole y que, “probablemente”, se había acabado su recorrido como actor. Cuatro años más tarde confirmó que efectivamente abandonaba la interpretación para centrarse en la escritura, un arte que desde los años noventa —cuando empezó a dedicarse a ello— le daba “más alegrías”, en el que no sufría “tanto estrés” y en el que mantenía su independencia creativa. Nota aquí.



Emiliano del Río


 

Tute

 


miércoles, febrero 26, 2025

David Lebón & Pedro Aznar

 "Vengan porque va a estar tremendo": David Lebón y Pedro Aznar se preparan para el Quilmes Rock

Ambos músicos recordaron los comienzos de la banda, una de las más influyentes y emblemáticas de la historia del rock argentino.

David Lebón y Pedro Aznar confirmaron su presencia en Día 2 del Quilmes Rock que se realizará este domingo 6 de abril en Tecnópolis. "Vengan porque va a estar tremendo", advirtió Aznar en un video difundido por la organización del evento.

El homenaje a Serú Girán será uno de los platos fuertes de este Quilmes Rock 2025. Los integrantes de la banda, una de las más importantes de la historia del rock argentino, volverán a juntarse tras los conciertos que hicieron en 1992 en River, hace más de 30 años.

"Si nos viste tocar en vivo, pero hace tanto tiempo que ya ni te acordás cómo te llamás, vení. Si naciste mucho después de que el grupo se separó y no nos viste nunca tocar, vení. Si A y B son correctas, vení", dijo Pedro Aznar. "Vengan porque va a estar tremendo", advirtió.

"Estamos muy felices y trabajando bastante para que esto sea una gran fiesta. Me encanta que vengan los nietos, los bisnietos y los abuelos como yo que tienen 10 nietos y que también van a ir seguramente", declaró David Lebón.

"Lo de Serú dejó un legado hermoso, pero que lo pudo ver poca gente, porque fue poco tiempo. La primera etapa fueron cuatro años y después la vuelta en el 92 fueron cuatro conciertos. Se pasó volando. Es música que mucha gente la tiene en su corazón. Nuevas generaciones que se quedaron con ganas de vernos tocar, de ver eso en vivo. Esta es una hermosa oportunidad para que pase eso. Vamos a hacer un repertorio increíble, todo de Serú obviamente", aseguró Aznar. 

Desde la organización del Quilmes Rock aseguraron que la banda ya se encuentra en plena preparación para ofrecer un repertorio que incluirá todos sus clásicos y que contará con la presencia de "invitados muy especiales". Nota aquí.



Mr Kilombo


 

Diego Ojeda & Rodrigo Rojas

 

Bob Dylan

 El hombre que resucitó a Dylan

El ‘manager’ Jeff Rosen ha inspirado iniciativas que han potenciado el perfil del cantante y complacido a sus muchos fans.

Es, casi literalmente, el hombre invisible. En la monumental biografía ilustrada oficial, Bob Dylan. Mixing Up The Medicine (Libros Cúpula, 2023) ni se le menciona. Pero el manager de Dylan tiene bastante que ver con el hecho de que sus años otoñales hayan resultado tan triunfales.

Jeff Rosen se hizo cargo de sus asuntos en 1989, tras una mala racha del cantante. Venía de tres discos (Empire Burlesque, Knocked Out Loaded, Down in the Groove) que contenían algunas canciones soberbias, maltratadas en el estudio, tras una nebulosa idea de “sonar moderno”. Había intentado reconectar con el gran público del rock girando con el acompañamiento de The Grateful Dead o Tom Petty & the Heartbreakers; su mayor éxito fue como parte del supergrupo los Traveling Wilburys, que no llegó a actuar.

Rosen no da declaraciones, aunque se muestra cortés cuando responde a correos electrónicos. Sospecho que tiene mentalidad de periodista musical, por su visión panorámica y sentido del legado de los artistas. Imagino que fue suya la idea del acto de pleitesía generacional celebrado en el Madison Square Garden en 1992, treinta años después de su primera grabación, con figuras previsibles (Clapton, Neil Young, Roger McGuinn) y sorpresas (Stevie Wonder, los O’Jays, Pearl Jam). También convenció a Dylan de que su aparición en el programa MTV Unplugged (1994) no se podía limitar a canciones folclóricas, como inicialmente planeaba.

Aunque nuestro artista muestre fobia a indagar en su pasado, Jeff Rosen sabía que había un tesoro en su montaña de cintas inéditas. La apabullante Bootleg Series, iniciada en 1991, ha cubierto hasta el año 1997, con los descartes de las sesiones para el álbum Time Out of Mind. A la vez, ha rescatado numerosas grabaciones en directo: el pasado año salía The 1974 Live Recordings, caja de —atención— 27 cedés, cubriendo sus conciertos con The Band.

Algunos intuyen la mano de Rosen en la venta del inmenso archivo de Dylan a una fundación de Tulsa, ciudad de Oklahoma que tenía entonces 400.000 habitantes y cuya única conexión con el artista era la presencia del Woody Guthrie Center. Muchas urbes mayores pudieron aspirar a alojar el Bob Dylan Center, pero ganó el empuje de George Kaiser, filántropo local que hizo su fortuna con los pozos de petróleo y suficientemente sincero para confesar que, en realidad, prefería a Joan Baez. Nota aquí.



Amaral


 

Valeria Castro

 

Guillermo Arengo

"Me interesó hablar de la decepción como goce"

En la obra que se ve en Espacio Callejón un padre se reencuentra con el hijo al que diez años antes expulsó de la casa.

Actor, director y dramaturgo, Guillermo Arengo suele poblar sus obras con personajes que remiten a infancias desprotegidas. Y aunque pueden entreverse núcleos familiares débiles en sus textos, es la irrupción del delirio surreal o el absurdo lo que distancia a estas obras del ya clásico planteo teatral de la familia disfuncional. La fuerza de la imaginación y el poder de la naturaleza, por otra parte, también son recurrentes en el autor de Una familia dentro de la nieve y de la recientemente estrenada El cuento de Beto, bajo su propia dirección, en el Espacio Callejón, de Humahuaca 3759 (miércoles a las 20.30).

En medio de viejas tensiones nunca resueltas se produce el reencuentro de un padre con el hijo que diez años atrás expulsó de la casa. En el contraste que establecen los dichos de uno y de otro se cuela, inevitablemente, el efecto humorístico. En notable contrapunto, Guillermo Aragonés, un padre eternamente decepcionado, y Hernán Melazzi, un hijo que nunca está a la altura de la circunstancia, retoman una relación signada por la asimetría que marca aquel que se lamenta de la insignificancia del otro.

Pero en la letanía de la queja, por obra de la repetición, se aprecia en el padre un cierto deleite. “Me interesó hablar de la decepción como goce”, cuenta Arengo sobre algo que dice reconocer en la realidad. Es por esto que el soliloquio del padre (porque en realidad no establece un diálogo con el hijo) Arengo dice haberlo escrito en forma espiralada. Es así que dos estados se potencian: el del que se siente decepcionado y el del que se sabe decepcionante.

Una vez que aparece un aspecto positivo en la despiadada evaluación de los desempeños del hijo, ahí entonces surge la posibilidad de aprovechar su poder de imaginación en la producción literaria. Allí se suma el personaje de la Editora Independiente, a cargo de Rocío Peralta, quien corporiza un fantasma literario; “un personaje pirandelliano”, según observa el autor. Aportan rasgos extrañantes a este paisaje teatral la escenografía de Luciana Quartaruolo, la iluminación de Ricardo Sica y la música de Adela Arengo Vallina. Nota aquí.



Marwán


 

Rozalén

 

Félix Maraña

 Negra sombra sobre Europa

Campanas de Bastabales
decidme si Rosalía
sigue haciendo poesía,
aunque de casa no sale.
Que su rocío nos cale,
para curarnos la vida,
que su lírica medida
alumbre día y salud.
Negra sombra de inquietud
recorre Europa encendida.
La muerte, erre que erre,
salpica de sangre al mundo,
surcando surco profundo,
desde el Caspio a Finisterre.
Si el hombre yerra, no cierre
las puertas de otro futuro
a tiempo menos oscuro
donde reine la razón.
Que se ablande el corazón
y se derribe otro muro.
Que no quede como insignia
de este siglo atormentado,
y que no quede grabado
en su rostro la ignominia.
Se ha trastocado la línea
por los dueños de la guerra,
se hiere a toda la Tierra,
se saja el derecho humano.
La paz extiende la mano
pero Putin se la cierra.



Ismael Serrano

 


El Roto

 


martes, febrero 25, 2025

Leiva

 Leiva nos cuenta por Facebook.

Supongo que muchos de los que hacemos música hemos fantaseado alguna vez con estar en la misma canción que Robe, pero rápido se te borra de la cabeza.
Él nunca hace nada con nadie.
“Caída libre” llegó a última hora con el disco cerrado y terminado. Uno de mis mejores amigos atravesaba una depresión de esas que no hay manera de levantar las persianas, alargada en el tiempo y especialmente cabrona.
Un día me leyó un verso:
“Hay un millón de muebles que mover y no sé detrás de cuál está lo que he perdido”.
Qué brillante manera de retratar una depresión. Sin duda había una canción detrás de esa imagen, solo había que arrinconarla.
Vino de un tirón esa misma tarde.
Escuché a Robe desde el principio en esos versos, no era algo que eligiera, simplemente sucedía.
Semanas después, me animé a enviársela.
Me llamó a los pocos días y me sugirió algunos ajustes que le envié de vuelta como un rayo.
De repente, ahí estaba Robe cantándome el estribillo al teléfono!
Se ha implicado como nadie colaborando conmigo.
Hemos debatido y charlado durante meses sobre palabras, verbos, melodías, puntos y comas.
En el punto de carrera en el que está me deja un gran aprendizaje su entrega. De esos procesos que no se olvidan!
Mi amigo hoy levanta las persianas como un acto mecánico más, sin importancia.
Él siempre fue incondicional de Robe, me gusta pensar que su voz vino a sacarle del hoyo.




José Larralde

 

El Plan de la Mariposa


 

Pappo

 Veinte años sin Pappo: los últimos días de un guitarrista mítico

Un repaso de sus últimas entrevistas a la performance final inolvidable en Cosquín Rock, con los claroscuros de una personalidad de ángel y demonio a la vez.

La imagen vuelve una y otra vez, inalterable: Cosquín Rick, febrero de 2005. Predio salvaje, segunda noche y Pappo que accedió a algo infrecuente: tocar con Charly García. “Desconfío” y “Popotitos”, los temas que hacieron juntos esa noche inolvidable, sonaron descomunales. Hicieron delirar a la hinchada, sí, pero tampoco la pavada: algo bizarro tenía que pasar ante tal simbiosis. “Gracias, Charly”, intentó despedir el “Carpo” a García –porque el show era el de él-, pero García no se iba. Y no solo. Firme detrás de su teclado, también le gritó “sucio”. Pasaron diez segundos en los que el aire se cortó con una gillette, hasta que Charly reveló la ironía. “Hagamos 'Sucio', dale”, le pidió a Pappo, que terminó accediendo. La versión de “Sucio y desprolijo” que salió de ahí es de los pasajes más conmovedores que ha dado la historia del rock argentino, sin dudas. Y que vuelve a la memoria ahora, a veinte años de la muerte del guitarrista emblema del blues y el rock and roll locales.

Se puede evocar muchas secuencias de Pappo en ese festival, el último de su vida. Que ordenó al “Bolsa” González hacer un solo de batería interminable, cuando le pedían de rodillas que tenía que subir Molotov. La frase “¿Quién?, ¿Molotov? Molotov que espere” es de antología. Que al otro día tocó con Riff durante un corte de luz en el escenario de atrás y bardeó a los Catupecu Machu, que sonaban a la par en el principal. “Loco, en el otro escenario paren de hacer ruido al pedo. Toquen rock and roll”, dijo, tras un corte de luz, durante un bache sonoro entre “Ruedas de metal” y “Quién eres tú, forastero”. Pero la de la comunión con Charly fue insuperable.

 “En algún momento hay que ponerse serio y responsable”, había dicho don Norberto Napolitano a este diario un año atrás. Y felizmente no se estaba cumpliendo. Ni siquiera en esa misma charla, sucedida en un remozado ómnibus de larga distancia que el violero había comprado, pintado de negro y reacondicionado como micro de gira. En el asiento del chofer fue que se sentó Pappo para encarar una nota que versó centralmente sobre Buscando un amor, su último disco, pero con ciertos giros inesperados. “¿Sabés a quién me hace acordar éste?”, dijo, señalando al fotógrafo que estaba entre inclinado y trepado al volante para tomarle una foto desde abajo. “Al Preso (Vicente Larrussa) de Operación Ja Ja… Le falta la boina y la bufanda... ¡qué hijo de puta!”, reía a los gritos el “Carpo”. “¿Y vos qué te reís, si vos sos Minguito?”, dijo al cronista.

Otro extraordinario momento del último Pappo, que por cierto tuvo sus contrastes y bemoles, sobre todo durante el primer lustro del siglo XXI. En octubre de 2001, por caso, en otra entrevista con Página/12 acontecida en la terracita del departamento de Michel Peyronel, momentos previos a uno de los tantos retornos de Riff. Antes de empezar la charla, el guitarrista se calentó feo con otro fotógrafo porque le había sacado más de dos fotos, y tuvieron que intervenir Vitico y Michel para que la cosa no pasara a mayores. O aquella piña que le pegó al músico Lucas Martí -hijo del fotógrafo Eduardo “Dylan” Martín y ahijado de Luis Alberto Spinetta- en un bar de Palermo porque creyó que lo había mirado mal. Nota aquí.