Tragedia en la Zurriola
que dejara descuidado
un marino enamorado
y perito navegante.
Era regalo bastante
para trabar compromiso,
pero la novia no quiso
y el novio desesperó.
Se labzó al mar y se ahogó
en un lugar impreciso.
El brillante se escondió
en una concha de mar,
y se marchó a navegar,
triste, muy triste y lloró.
Tuvo la suerte que vio
surcando en el horizonte,
muy cerca del Piamonte,
un engolado velero.
Se prendó de un marinero
y se le abrió otro horizonte.

0 comentarios:
Publicar un comentario