“Otros se lavaron las manos, los K tuvieron mucho coraje”
Siempre está volviendo. A pesar de que su esposa e hijos viven en Alemania desde los ’70, cuando la Triple A amenazó de muerte a la familia, Bayer reconoce que Buenos Aires se le hace imprescindible. “Es un combustible que necesito para seguir viviendo”, confiesa sentado en el living de “El Tugurio” –nombre que le puso Osvaldo Soriano–, su residencia porteña. Antes de partir hacia Frankfurt donde fue invitado como uno de los escritores representativos de la literatura local, Bayer recibió a Veintitrés, cuya redacción, a través de una encuesta, lo eligió como el segundo periodista del Bicentenario, detrás de Rodolfo Walsh. “Me sorprendió mucho, me puse muy contento. Me eligieron arriba de Roberto Arlt, ¡qué te parece!”, dice orgulloso mientras sirve unos vasitos de Campari. Nota completa aquí.
Siempre está volviendo. A pesar de que su esposa e hijos viven en Alemania desde los ’70, cuando la Triple A amenazó de muerte a la familia, Bayer reconoce que Buenos Aires se le hace imprescindible. “Es un combustible que necesito para seguir viviendo”, confiesa sentado en el living de “El Tugurio” –nombre que le puso Osvaldo Soriano–, su residencia porteña. Antes de partir hacia Frankfurt donde fue invitado como uno de los escritores representativos de la literatura local, Bayer recibió a Veintitrés, cuya redacción, a través de una encuesta, lo eligió como el segundo periodista del Bicentenario, detrás de Rodolfo Walsh. “Me sorprendió mucho, me puse muy contento. Me eligieron arriba de Roberto Arlt, ¡qué te parece!”, dice orgulloso mientras sirve unos vasitos de Campari. Nota completa aquí.
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