La revolución, la poesía y la muerte
Renovación y tradición se funden en la breve e intensa obra del poeta de Orihuela. Aquí, un viaje desde su pueblo al centro de su poesía existencia.
Orihuela no es una aldea. Es una ciudad en la que la casa de su ilustre hijo Miguel Hernández se conserva tal vez tal cual era, no lejos del centro. Una autopista une el pueblo con Alicante, en la costa azul del Mediterráneo. Nota completa aquí.
martes, octubre 26, 2010
Miguel Hernández
Publicadas por Romano a la/s 4:43 a.m.
Etiquetas: Miguel Hernández
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