Joaquín nos cuenta en su blog.
Lorca incandescente.
Lorca como faro, principio de los tiempos. El triunvirato alegre de las horas felices: Lorca, Juan Ramón, Antonio Machado. Por ese orden o por el contrario, o Juan Ramón el primero, qué más da. Y también Unamuno, y Cernuda. Y Vicente Aleixandre; también Emilio Prados, con su retrato triste de héroe intelectual, con el pelo ondulante hacia atrás, sobre las solapas de su cazadora negra de cuero, un poco de aviador republicano que necesita gafas para pilotar y leer. Pero Lorca, Lorca. Siempre Lorca. Lorca interminable, como sus biógrafos. Crónica completa aquí.
martes, agosto 23, 2011
Federico García Lorca
Publicadas por Romano a la/s 4:29 p.m.
Etiquetas: Federico García Lorca, Joaquín Pérez Azaústre
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario