De vez en cuando, viene muy bien recordar realmente lo que es importante en la vida de uno.
Y es pronombre: Él.
Si la decepción,
algún día,
brillara en tus ojos, hijo,
escucha al viento para retomar el rumbo.
No vueles en bandadas de pájaros heridos,
ni abandones las alas en orillas desiertas.
Recuerda que la luz construye el horizonte
y que las semillas repueblan la desidia.
Que la vida es hermosa,
a pesar de los pesares,
que es clara la mañana y largo el recorrido.
Pero si algún día, hijo,
la decepción te cosiera la boca con su tóxico rostro y su gris sepultura,
busca, en cualquier rincón del mundo,
una nube tranquila donde reposar el vértigo,
y sin dudarlo un instante,
alza de nuevo el vuelo,
y otorga libertad a tu memoria.
0 comentarios:
Publicar un comentario