"Tener fe, para mí, es creer en lo increíble".
Recibe en su hogar de siempre, el lugar en el que nació, herencia de sus abuelos casi analfabetos, allí, en Colegiales, donde la calle Amenábar es acechada por las vías del ferrocarril. La casa tiene, en la pared del living, cerca de un retrato del Menchi Sábat y un cuadro de Pérez Celis, el recorte de unos añejos ladrillos a la vista. "No quise tocar eso. Es la medianera que da a la casa de Raúl González Tuñón".Leer nota.
miércoles, agosto 27, 2008
Pepe Soriano
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