El poeta que quería ser poema.
"Muy pobre hombre ha de ser uno si no deja en su obra -casi sin darse cuenta- algo de la unidad e interior necesidad de su propio vivir. Al fin y al cabo, un libro de poemas no viene a ser otra cosa que la historia de un hombre que es su autor, pero elevada a un nivel de significación en que la vida de uno es ya la vida de todos los hombres o, por lo menos -atendidas ya las inevitables limitaciones de cada experiencia individual-, de unos cuantos entre ellos", señaló el poeta Jaime Gil de Biedma (1929-1990). Bajo esa premisa, el escritor, uno de los autores más importantes de la Generación del 50, sería tremendamente rico, ya que su obra está cargada de su persona. Leer nota
martes, mayo 05, 2009
Jaime Gil de Biedma
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