martes, marzo 20, 2012

Carlos Carnicero

Sabina & Serrat, un matrimonio mucho más que de conveniencia.
Luna Park es una catedral de las emociones. Siento que sus pareces guardan las vibraciones de los grandes conciertos; en los estadios de fútbol, las conmociones se escapan al universo exterior.
Dentro de unos años descubriremos que las emociones colectivas se quedan adheridas si las paredes del lugar en donde se producen tienen los materiales con los que se agarran los sueños. volveré a Luna Park para recuperar las emociones del concierto de Sabina&Serrat, anoche en Buenos Aires. Crónica aquí.

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