martes, junio 11, 2013

Javier Bergia

Laberinto de olas.



Llueve a ratos. Diría que hace una tarde maravillosa, si supiera que andas sigilosa y volátil por la casa y afino el oído correspondiente para no perderte, buscarte y quererte más aún si pudiera y siento tus pasos y tus delicados dedos a cada rato sobre el parquet y un deseo irrefrenable de fundirme contigo en el espacio y en el tiempo infinito; para siempre y jamás. Te espere, me tome mi tiempo, paciente y casi vencido, durante tantos años y otoños y primaveras voraces. Completo aquí.

0 comentarios: