jueves, diciembre 05, 2013

Antonio Sanz

A destiempo
Fueron dos horas de placer que nunca
tendrán olvido, no supe de ti, salvo que
jamás me encontraste, que tan solo
buscaste un cuerpo con quien saciar tu
devoción, y te amé como si te amara
desde entonces, como si me importaras
desde siempre, como si fuéramos el uno
del otro y sin embargo, el sol te hubiera
negado mi próximo amanecer.

Completo aquí.


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