miércoles, marzo 04, 2020

Rafa Mora

CREDO
Se inunda de luz la mañana cristalina.
Es densa la niebla del olvido.
Y en mitad del sendero,
por la vereda desierta,
la duda abraza los sueños
de este invierno de azares.
Creo en ti.
Sin oraciones.
Sin misterios.
Sin tocar las cicatrices de tus heridas.
Y rompe el silencio la danza del tiempo.
Y todo pasa.
Y nada,
irremediablemente,
queda.


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