domingo, marzo 01, 2020

Rodolfo Serrano

Una urbanización
Hay un silencio pesado y opresivo.
Canta algún pájaro que calla porque nadie
escucha su canción en la mañana.
Las casas son iguales, simétricas, perfectas.
La calle está vacía. Muy de tarde en tarde
pasa alguien lejano y aburrido.
Es un barrio sin alma. Ni siquiera
hay un bar para buscar la vida.
El barrio no es de nadie.
Es de ceniza. En sus aceras
ni una brizna de hierba
que rompa las baldosas.
Triunfo del cemento y el hastío.

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