domingo, mayo 16, 2021

Ernesto Sábato & Jorge Luis Borges

 Borges y Sabato: la historia secreta de su reencuentro luego de 20 años sin hablarse por razones políticasEl periodista y escritor Orlando Barone reunió a las dos grandes personalidades de la literatura argentina. 

Fueron siete citas entre 1974 y 1975, grabador de por medio. El resultado fue “Diálogos Borges-Sabato”, libro publicado en 1976, hace 45 años. Infobae Cultura entrevistó al artífice y testigo de esas charlas.

Fue entre estantes de libros, el 7 de octubre de 1974, mientras el sol se escondía tras el skyline de Retiro, que Borges y Sabato se saludaron como si nada hubiera pasado. Llevaban veinte años sin hablarse. No había motivos demasiado específicos más que posiciones políticas antagónicas que podrían resumirse así: Borges se ubicaba a la derecha del espectro ideológico, Sabato a la izquierda. El tiempo se deslizó lento y todo se vuelve irreconciliable. Hasta aquella tarde de 1974.

El escenario: la emblemática librería La Ciudad, ubicada dentro de la Galería del Este, sobre la calle Maipú, a metros de Marcelo T. de Alvear. Era un día habitual, como tantos otros, en que en esa librería, y en esa galería, acontecía un acto cultural: la presentación de un libro. Observando la escena en un rincón del lienzo estaba Orlando Barone, con 37 años recién cumplidos. “Era un nadie, un intruso”, dice ahora, a sus 83, desde “el pasillo de los últimos deseos”, bromea, del otro lado del teléfono. En aquel entonces, tenía publicado un libro de cuentos titulado Debajo del ombligo y trabajaba como colaborador del suplemento cultural del diario Clarín. Fue el poeta y guionista Ulyses Petit de Murat quien le dijo, casi al pasar, que era probable que ese día coincidieran Borges y Sabato. Por eso fue.

Efectivamente, en aquel “epicentro cultural del momento”, como define Barone a aquella librería, cuyo dueño era el librero Luis Alfonso, se volvieron a encontrar dos de los más grandes escritores del siglo XX. Borges no hizo más que cruzar la calle, vivía enfrente; Sabato, en cambio, venía de Santos Lugares. “Los vi hablar con mucha cordialidad; iba a decir afecto, pero creo que la palabra justa es cordialidad”, recuerda Barone y confiesa: “Yo era un intruso. Mi cultura, incluso hoy, era una cultura básica. Y en ese momento era una cultura inocente, te diría, casi naif. Tenía una gran admiración por los dos. Y ese día estaban juntos en un encuentro social en que había cierto festejo. Hacía veinte años que no se hablaban... ¡veinte años! Es mucho, ¿no?”. Nota aquí.



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