domingo, mayo 08, 2022

Jorge Drexler

 Jorge Drexler: la crisis que lo paralizó, la neofobia y su nuevo disco, que presenta desde este viernes en el Gran Rex.

El cantautor uruguayo llegó desde Madrid a Buenos Aires para presentar en el teatro Gran Rex su flamante álbum Tinta y tiempo; antes de los seis conciertos que dará desde este viernes, habló de sus pasiones y de lo difícil que fue para él hacer esta producción durante la pandemia, también repasó parte de su historia: la familia, la música, las crisis personales.

Siempre reflexivo, siempre ávido de nuevas experiencias musicales y de buenas charlas, y con una necesidad constante de conexión. Esa es la lectura que se puede hacer del cantautor uruguayo Jorge Drexler, al menos desde que visitó la Argentina por primera vez, hace más de dos décadas, para promocionar sus canciones.

Se cumplen treinta años de la publicación de su primer disco. Y el aniversario llega con la saludable noticia de que Drexler ya tiene otra docena editados y acaba de publicar uno nuevo, Tinta y tiempo. Es el álbum que viene a presentar desde este viernes, en seis funciones (prácticamente todas agotadas), en el teatro Gran Rex. Es el que habla de su presente, de los obstáculos pandémicos para terminar de componer las canciones y de otras aristas de su vida. En esta charla también hay algunas de esas aristas. La ciencia, la filosofía, las pasiones, la familia, el control y el día que lo perdió; la valentía y, también, la falta de osadía, el momento en que la pandemia paralizó su capacidad de componer; el “síndrome” de hermano mayor, los mandatos, la identidad, la pluralidad, la herencia y la empatía con nuevas voces, como la del trapero del momento, C. Tangana.

“Veintidós años hace ya desde que vine por primera vez a cantar acá: ¡que locura!”, dice Jorge y de este modo pone al paso del tiempo como primer mojón de la entrevista. “Si el tiempo de vida es una apreciación relativa, en el sentido de que cada minuto que pasa se mide en relación al total vivido, eso significa que ejerce una presión cada vez más grande. Nuestro primer minuto de vida era el ciento por ciento de nuestra vida. Creo que la presión se vuelve más acuciante, como tiene que ser. La percepción subjetiva varía, vamos percibiéndolo de manera diferente”. Nota aquí.



0 comentarios: