martes, mayo 17, 2022

Luis García Montero

  “Las dudas también nos ayudan a pensar”

El escritor español señala la preocupación que le provoca el avance de la extrema derecha y advierte a los demócratas que no se puede separar la palabra libertad de la igualdad. 

La duda es fundamental para Luis García Montero, poeta y director del Instituto Cervantes que huye de los dogmas y de los “comisarios políticos” que le dicen a la gente “cómo tiene que vivir en el presente”. A García Montero, que se presentó en varias actividades en la 46° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, le preocupa el avance de la extrema derecha y los discursos de odio y advierte a los demócratas que no se puede separar la palabra libertad de la igualdad porque “en cuanto se provoca el empobrecimiento de las mayorías se hace caldo de cultivo para que vengan los totalitarismos a mentir”. Aunque está a favor del lenguaje inclusivo, mete el dedo en la llaga y plantea en la entrevista con Página/12 que si la lucha por la igualdad se convierte que en vez de “amigas y amigos” diga “amigues”, “mi madre va a pensar que es una ocurrencia mía”. Para diferenciarse de los que rechazan de plano el tema de la inclusión aclara: “Frente a cualquier machista defenderé a quien diga ‘amigues’, pero me considero en la obligación de presentar mis dudas”.

García Montero (Granada, 1958) participó de varias actividades coorganizadas por el Instituto Cervantes, la Embajada de España y el Centro Cultural de España en Buenos Aires. En la sala Hernández de la Feria del Libro presentó el espectáculo de poesía y música Invitación a un viaje sonoro. Cantata para verso y laúdes, en el que recreó el concierto que Rafael Alberti y el antiguo Cuarteto Aguilar concibieron e interpretaron en Argentina en los años 40 y 50. También estuvo en el homenaje a la escritora Almudena Grandes, su compañera de vida desde 1992, que murió el pasado 27 de noviembre, a los 61 años. La ausencia de la autora de El corazón helado es un arañazo cotidiano en la vida de este poeta que decidió dejar en la tumba de Almudena su poemario Completamente viernes (1998), una proclamación de amor que aludía al día de la semana que se encontraban en Granada o en Madrid, pero también un guiño hacia la novela Te llamaré viernes (1991) de Grandes, que estuvo lejos del éxito de Las edades de Lulú. El poeta y director del Instituto Cervantes, autor de Vista cansada y Balada en la muerte de la poesía, encabezó también un coloquio sobre el futuro del español y fue declarado Huésped de Honor de la Ciudad de Buenos Aires.

La muerte es un animal doméstico

-¿Cómo es la vida y la escritura sin Almudena?

-La vida es complicada. Yo tenía claro -y lo hemos hablado con ella- que la muerte no iba a significar ningún problema metafísico. Lo que sí me ha sorprendido es descubrir que la muerte es un animal doméstico que te araña y que convive contigo a diario. Eso de levantarse por la mañana antes de ir a trabajar, meterte a ducharte y ver que solo hay una toalla en el cuarto de baño, o pasar por la habitación donde estaba encendido el ordenador y podía ella estar escribiendo y ver que el ordenador está apagado. Eso es un arañazo de vida cotidiana más que un problema metafísico. Yo he tenido que negociar conmigo mismo y con la realidad escribiendo algunos poemas donde intentara encontrarle sentido a un mundo que se había quedado completamente sin sentido. La poesía me ha ayudado a encontrar una nueva relación con el mundo. Nota aquí.



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