sábado, julio 02, 2022

Camarón de la Isla

 En busca de la huella de Camarón de la Isla, leyenda viva del flamenco

El 2 de julio de 1992, el flamenco se desgarraba con la noticia de la muerte de José Monje Cruz a causa de un cáncer de pulmón a los 41 años. El cantaor de San Fernando dejaba una estela de leyenda que tres décadas después permanece viva en la música, los paisajes gaditanos y la memoria del pueblo gitano. A pesar del tiempo, Camarón sigue presente en la gente que compartió experiencias con él, y también en el corazón de muchos camaroneros que todavía le veneran.

Entrar en casa de Ricardo Pachón es introducirse en uno de los archivos flamencos más prolijos del siglo XX. Por las paredes desfilan docenas de documentos, retratos de flamencos de tiempos pretéritos, portadas que pudieron ser y no fueron, grabaciones desconocidas, reconocimientos y premios discográficos. Camarón está omnipresente prácticamente en todas las estancias. “Tuve relación por primera vez con Camarón cuando él tenía 12 o 13 años”, cuenta Pachón en su estudio. “Venía a la Feria de Sevilla, cuando todo cerraba se juntaban los flamencos, gente como Caracol, Mairena, Lebrijano…, y él se quedaba en una esquinita, escuchando”. Atiende con exquisita amabilidad y mantiene una mirada vidriosa que mueve de un lado a otro buscando referencias, señalando grabaciones etiquetadas o acunando algunos de sus tesoros, como una guitarra José Ramírez fabricada en 1930. De su mano salieron discos de Lole y Manuel, Pata Negra, el debut de Veneno o el totémico La leyenda del tiempo en 1979, en el que Camarón puso voz a Federico García Lorca y se alineó con el nuevo flamenco que brotaba en Sevilla. Sobre la grabación de ese disco, que nació tímidamente y hoy es una referencia, señala: “Todo se hizo de una forma muy natural, como si no hubiera nadie esperando. Fue una experiencia maravillosa porque todo el mundo fue feliz”.

Aquel disco revolucionó el flamenco y la imagen del cantaor, que hasta entonces había grabado, según Pachón, “a las órdenes del padre de Paco de Lucía en un ambiente de sobriedad”, muy alejado de la atmósfera sevillana, que compara con la “California de los tiempos más candentes”. Por Sevilla circulaban entonces flamenco mezclado con rock, música psicodélica y viajes siderales con sustancias alucinógenas. Pachón describe el encuentro de Lorca con Camarón, al que él introdujo, como un flechazo, y la primera vez que escuchó interpretar sus versos se le pusieron “los pelos de punta”. Por la grabación, que duró dos meses, circularon Kiko Veneno, Raimundo Amador, Tomatito, Jorge Pardo y un montón de gente que aportó su arte. Por allí flotaban además otros sonidos: “Camarón a lo mejor te decía: ‘Ponme eso que estabas escuchando ayer’, y te lo tarareaba y era un tema de Pink Floyd”. Pero añade: “No era un rockero, lo suyo con otras músicas era una relación de distancia respetuosa, él asimilaba lo que le interesaba con una capacidad tremenda, pero lo hacía pensando en cómo llevarlo al flamenco”. Nota aquí.






0 comentarios: