miércoles, diciembre 20, 2023

Leiva & Rubén Pozo

 Leiva y Rubén reviven a Pereza en un hermoso canto a la amistad ante 15.000 personas

El dúo llena el WiZink madrileño, uno tocando como estrella y el otro como telonero, pero al final se reúnen para interpretar cinco piezas de su exgrupo.

Permítanme empezar por una vez por el telonero, porque la ocasión lo merece. Fue conmovedor asistir al concierto de Rubén Pozo, exPereza y encargado de abrir la jornada para su excompañero de grupo, Leiva, la estrella de la noche. Todo eran adversidades para Rubén: un recinto frío solo con un tercio del aforo, ausencia de pantallas de vídeo, fallos en el sonido y un repertorio demasiado delicado para euforias de pabellón. Dio igual: interpretó con orgullo sus peculiarísimas canciones, unas veces revoltosas, otras dolorosas. Qué coraje el de este músico, qué madera, qué lección para la profesión y qué humildad en un mundillo demasiadas veces arrogante. Pozo había llenado junto con Pereza el WiZink, pero ahora tocaba a la hora de la merienda y para unos pocos. “Muchas gracias a Leiva. Y a vosotros: os agradezco a los que habéis venido a las 19.30″. Fueron sus primeras palabras. Dio gracias a su banda, al de los monitores, al del sonido, al equipo de promoción, y podía haber seguido nombrando a todos los camareros y camareras del recinto si se hubiera sabido sus nombres. Tocó 45 minutos, temas del lado menos festivo de Pereza, sus composiciones, como Matar al cartero o Pirata, y piezas de su interesante carrera en solitario, como Ha llegado el día, Rucu Rucu o Guitarra española. Y se marchó tan agradecido como entró.

Luego, en la recta final del concierto de Leiva, ya con el recinto repleto (15.000 espectadores, todo vendido) regresó al escenario. Y fue bonito verlos a los dos abrazarse sobre un gran escenario después de 11 años. Rubén y Leiva, aquellos chicos del barrio madrileño de Alameda de Osuna electrocutados por el rock and roll, ellos que llenaron Las Ventas con Pereza y que supieron dejarlo justo un minuto antes de acabar a tortazos. “Compartimos pensiones con cucarachas y probamos las mieles del éxito. Y nos fuimos justo en el momento de más popularidad al anteponer nuestra amistad por encima de los réditos”, dijo Leiva momentos antes de llamar a su excompañero para interpretar primero Madrid, cantada por Rubén, y luego Pienso en aquella tarde, Como la tienes tú y Estrella Polar. Nota aquí.






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