lunes, mayo 06, 2024

Rozalén

 “Me estoy aferrando a lo simple; a veces se nos olvida que la vida es eso”

Con su sexto disco, ‘El abrazo’, recién publicado, la cantautora albaceteña participa en el pódcast ‘Elegí un mal día’, y confiesa de qué forma ha superado una crisis creativa y en qué momento de su vida y de su carrera musical se encuentra.

Rozalén me recibe en la sede de la discográfica Sony en la fresca mañana del 24 de abril, después de haber sido entrevistada por un medio y antes de serlo por mí, y luego por otro, y quizá después por otro más, en esa tarea grande y abrumadora que, creo, debe suponer la promoción de un nuevo disco. A través de un cristal, observo que está aprovechando la breve pausa para tomar rápidamente un bocado, cosa que aplaudo; uno siempre quiere que la persona con la que va a hablar se encuentre serena y bien. Y de hecho, a grandes rasgos, así es como se siente hoy María de los Ángeles Rozalén Ortuño (Albacete, 1986), tranquila y contenta, pero a la vez ansiosa por iniciar una intensa gira con la que va a llevar ‘El Abrazo’ por numerosos escenarios de nuestro país y también del extranjero: “Estoy que me canto encima”.

Puedes escuchar la charla completa pinchando en este enlace al podcast ‘Elegí un mal día’ en Spotify, y también leer una amplia parte de la entrevista aquí:

¿Cómo estás? Te he leído que con este disco casi has sentido lo mismo que cuando sacaste el primero.

Sí, voy para atrás. He tenido la primera crisis creativa gorda. Tengo el síndrome de la impostora al alza. A mí me sorprende, porque cuando se lo digo a mis amigas, me dicen, ‘pero tía, si estás consagrada, si eres ya una referente’. Y yo me siento una recién llegada. Con más nervios e inseguridades. Supongo que la diferencia es que en el primer disco las canciones me las hacía para mí y, ahora, cada vez siento un poco más de presión. Pero creo que lo que me ha hecho al final relajarme y que todo me saliera así, como más fluido, ha sido precisamente hacer lo mismo que hice en el primer disco, que es un poco lo que me da la gana. Se nota que hay una mezcla rarísima y que he hablado de cosas muy simples, muy simples y muy sencillas, pero que son emociones universales. Os he cantado lo que me ha pasado en estos últimos años.

Cuatro años, desde el año horrible.

Sí, en el disco narro cosas que pasaron en 2020, como en la canción 'Ceniza': mi abuela murió ese año, y como era el fatídico año, lo que ocurría con los duelos es que mucha gente no pudo ver morir a sus seres queridos. Yo tuve esa suerte: era la primera vez que veía morir a alguien. Como luego viví otro tipo de muertes, la de mi abuela fue hermosa, en el sentido de que eran 90 años, y fui muy consciente de la suerte que tenemos con la sanidad pública y los cuidados paliativos. Por eso la narro como si fuera un cuento fantástico; como dicen los mexicanos, como si la muerte fuera una mujer hermosa. En otra canción, 'Entonces', hablo de mi infancia y de mi pueblo. Es la canción más nostálgica que he escrito nunca, y empecé a escribirla incluso antes de 2020. De esa canción le canté a mi padre un trocico. Es la que más me ha costado escribir. La he terminado años después porque eran tantas las imágenes hermosas que me venían de mi infancia, que no sabía cuáles elegir y cómo hacer el puzle. Nota aquí.



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