Litto Nebbia y una nueva visita a un disco indiscutible
Fue una noche inolvidable destinada centralmente a desempolvar completo el álbum Melopea, aunque el músico rosarino también interpretó otros clásicos y algunas perlitas.
Ya dos horas de concierto y, cuando parece que todo termina ahí, Litto Nebbia, lúcido como siempre, tira una de lujo. “Esta es una canción muy vieja, pero contiene la novedad de lo viejo. Seguramente la habrán escucharon en algún lado, pero nunca la he tocado en vivo”, admite él, ante ojos, oídos, almas y cuerpos que atiborran La Trastienda. Ese “algún lado” refiere a El extraño de pelo largo, película que el rosarino protagonizó en 1969. Y la gran sorpresa de la noche es “Deja que conozca el mundo de hoy”, una de las canciones que Litto cantó en el film, a capela y golpeando una mesa con cubiertos, “a la memoria” de Brian Jones, el stone fallecido mientras la película se estaba filmando. El público, lógico, muere de amor ante ella porque fue, es y suena hermosa.
Tanto como todas las que toca el rosarino de 77 años durante una noche inolvidable destinada centralmente a desempolvar completo el disco Melopea, medio siglo después de su edición original en 1974 –se atrasó un año por el accidente que Nebbia tuvo en una de sus piernas- y colar en medio de esas joyas un preciado puñado de clásicos. Por ese andarivel sonaron -además- una impecable versión de “Fuera de la ley”, tema emblema de Los Gatos época Pappo. Sublime cuelgue que dio lugar a otra pieza de esas que jamás se oxidan, por sus señas de identidad para con una cultura que deviene –o tendría que- sin perder esencias: “Nueva zamba para mi tierra”.
Fibras emotivas profundas dentro de este repertorio por fuera del disco en cuestión tocaron también “El rey lloró”; “Cadenas & Moneda”, perpetuo blusazo de Huinca; “Mujer de carbón”, otra de Los Gatos era Pappo, con Litto descociéndola en un solo de guitarra a tono con el rock and roll que la impregna. La calma “Está en tus manos” y “El otro cambio, los que se fueron” –dos que sí suele hacer Litto en vivo- más “La operación es simple”, “Yo no permito”, “Mendigo de la luna” y la compañera “Quien quiera oír que oiga” –coreada por los presentes con los dedos en V- completaron el recorrido extra Melopea.
La vuelta sobre el disco que Nebbia hizo cuando apenas tenía 26 años transcurrió a su turno por carriles sólidos, muy armoniosos. A una apertura a teclado solo, que combinó dos finos instrumentales de Melopea (“Apelación de otoño” y “Los lunes de la humanidad”) Nebbia sumó “Amor imbécil”, bellísima canción que mostró de entrada la solidez de la banda que acompañó al rosarino: Ariel Minimal en guitarra más Nica Corley y Tomás Corley, atildada base bajo-batería de Los Reyes del Falsete. El suave solo del líder de Pez, sumado a la delicada solvencia que aportaron los Corley a la versión de "Amor Imbécil" fue otra constante en la noche.
“Melopea era una palabra que yo tenía en ese momento como una especie de cábala, nada más que porque me gustaba su sonido y visualmente era linda, escrita, pero no tenía la menor idea de qué quería decir. El día que me enteré en el diccionario que la traducción del latín era `componer canciones`, y también la embriaguez, borrachera, dije `esta es la mía` y la empecé a usar como nombre de fantasía para algunas producciones que hacía por ahí, sin siquiera tener un lugar físico o un teléfono, hasta que se lo puse al sello”, contó entre risas Nebbia, antes de encarar otra canción del disco homenajeado que justamente habla del valor de palabra como modificadora del todo: la rockera “¿Qué clase de amor tendrás?”. Nota aquí.