"Este libro fue para mí un trabajo de reconstrucción"
Su último trabajo recorre con poesía y humor el vínculo con su padre, Caloi. "Me fui encontrando yo también en este libro y fui encontrando a mi viejo", dice.
Vértigo. Mucho vértigo. Esa fue la sensación que tuvo Tute en un bar de Santiago de Chile cuando tomó la decisión de hacer un libro sobre la relación con su padre, a fines de 2012. En un ataque de inspiración, ahí nomás se puso a bocetear en servilletas los capítulos y escenas que contendría la futura novela gráfica. Se pasó toda esa tarde dibujando. “Fue un momento extraordinario internamente. Un momento de mucho vértigo, como cuando uno está en la altura, en un precipicio, y siente atracción y rechazo al mismo tiempo. Algo que me seducía mucho pero a la vez me daba miedo”, recuerda el dibujante. Pero el proyecto no fluyó con la misma intensidad y rapidez creativa con la que nació. Tuvo que transitar un proceso, una maduración personal. “Agarré todas esas servilletas, me las traje para Buenos Aires y descansaron en mi tablero durante cuatro o cinco años. Llegué muy entusiasmado, hice la tapa del libro (que terminó siendo la contratapa) y después ya no pude meterme con eso, no estaba preparado para dibujar esos pasajes que había imaginado”. Nota aquí.
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