Fernando nos cuenta en su Blog.
"SE PIERDE SI NO SE DA", NUEVO LIBRO Y NUEVAS CANCIONES DE "DANIEL MATA EN EL CALLEJÓN DEL GATO". PRÓLOGO.
Viendo y escuchando este nuevo libro/disco de “Daniel Mata en El Callejón del Gato”, al que ha titulado, sabia y oportunamente, “Se pierde si no se da” –¡que razón lleva!–, me ha venido, no sé si a la mente o al corazón, el inicio de un texto de la poeta y amiga Isabel Escudero –que se nos fue en marzo de 2017– en el que, tras proclamar con rotundidad que “El cantar tiene sentido”, afirma que «esto de hacer sonar la poesía en un mundo en el que la poesía está confinada a la lectura muda, al libro y a la firma del autor, cantar la lengua y lanzarla a los aires limpia, confiado en la música de las palabras, [...] eso es ARTE.»
Por supuesto que sí, lo vengo creyendo hace muchos años. Como dice Isabel, ponerle música a la palabra poética y cantarla «como quién respira» –que diría Gabriel Celaya– ¡es ARTE!, el nada fácil “arte” de dar a luz una bella, bendita y simbólica “encarnación”: “Que la palabra se haga música y que habite entre nosotros para que podamos sentirla y disfrutarla”.
En ese contexto, afirmo –sin ningún titubeo– que “Se pierde si no se da”, octavo disco de Daniel Mata, es ARTE y a la vez es LUZ, un destello luminoso de esa simbólica “encarnación” a la que antes hacía referencia. Pero además no sólo este libro/disco es “arte y luz”. sino que, en general, lo es, igualmente. todo su trabajo creador y la totalidad de su obra.
Daniel hace ya muchos años que viene practicando el viejo oficio trovadoresco de que “la palabra se haga música” y además, desmarcándose del tópico achacado a los “cantautores” –por cierto injusto y falso como generalización–, de priorizar la letra de sus canciones y de considerar la música como un simple acompañamiento. No es ese el caso de Daniel Mata. Él es un buen compositor y en sus canciones la letra y la música se funden y ser hermanan enriqueciéndose mutuamente en belleza y expresividad.
Este hermoso trabajo “trovaderesco” que borda Daniel, al que él suele llamar “poesía cantada”, personalmente lo descubrí en el año 2010, cuando tuve en mis manos y disfruté escuchado su disco precisamente titulado así: “Poesía cantada”. Un disco del que ese mismo año escribí lo siguiente:
«Ahora ”Daniel Mata en el Callejón del Gato” se ha decido a descubrir y abrazar el brillo pequeño, sutil y penetrante que tiene la poesía, y a echarla a volar alto entregándole su voz y, sobre todo, la alegría sureña de su música libre, "desmelená" y sin limitaciones de forma, de género, de ritmo o de estilo».
Hoy, catorce años después, escuchando las dieciocho canciones que componen su nueva obra “Se pierde si no se da”, diría esencialmente lo mismo pero en este momento redimensionado gracias a su mayor madurez personal; a su indiscutible profesionalidad artística y, muy especialmente, a su acrecentada pasión por la poesía.
Daniel, hoy por hoy, recorre, siente y escudriña ”de lo alto y a lo bajo” –“de aquí y de allá”– la voz de los poetas que pueblan nuestra literatura; Grandes poetas, hombres y mujeres, de ayer y de hoy, y de distintas generaciones. Poetas, algunos y algunas, ya muy musicalizados y cantados en nuestro país –como Antonio Machado, Agustín García Calvo o Gloria Fuertes–. Impresionantes poetas de la Generación del 27 conocidas como “Las sinsombrero”, que ahora, ya ¡por fin!, se empiezan a cantar como Concha Méndez o Carmen Conde, Y poetas –siempre ellas y ellos– más jóvenes que Daniel imparablemente va descubriendo, sintiendo y musicalizando para permitirnos que en su voz y con su música también podamos disfrutarlos. Crónica aquí.
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