sábado, julio 05, 2025

Santi Motorizado

 "No sé si reírme del presidente o preocuparme"

Hay algo de "Boyhood" en esta colección de canciones que Santiago Barrionuevo fue acumulando mientras El Mató a un Policía Motorizado sumaba discos y giras. "Este camino en solitario me liberó de cualquier atadura que tuviera en la cabeza", señala.

La historia de El retorno, disco con el que Santiago Motorizado finalmente formalizó el debut de su carrera solista, es tan longeva como intermitente. En un primer paneo, se parece a la de la película Boyhood, cuya filmación duró 11 años. El mismo tiempo que pasó desde que esas canciones vieron la luz, en 2014: año en el que casualmente el fabuloso y laureado largometraje de Richard Linklater fue estrenado. En el medio, el músico platense compuso la banda de sonido del film La muerte no existe y el amor tampoco (2019) y la del relanzamiento de la serie Okupas, Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro (2021), que lo catapultó al mainstream. Si bien en los hechos fueron sus dos primeros álbumes sin su banda, El Mató a un Policía Motorizado, él nunca los consideró así. Lo que causó todavía más confusión.

“Me gustó que se genere la polémica en redes sociales”, afirma el icono argentino de la música indie al mismo tiempo que, en el living de su hogar, deja colar una sonrisa suspicaz. “El retorno es mi primer disco de canciones, y está lejos de complementar la narrativa de La muerte no existe y el amor tampoco o de Okupas. La primera banda sonora tiene menos canciones mías, porque la mayoría de los tracks son sonido de ambiente puro, y la otra fue un encargo en el que me pasé de rosca. A Bruno (Stagnaro, director de la serie) tenía que mostrarle 30 segundos de música, y entonces me dije: ‘Ya que estoy, hago una canción entera’. Intro, final y todo, y de paso lo presenté como si fuera un disco. En una entrevista que hice hace unos días para un streaming, me cuestionaban cómo podía ser éste mi primer disco”.

-¿Y qué les contestaste?

-Les dije que estas canciones estaban circulando en YouTube desde 2014, pero sin mi consentimiento. La respuesta les sorprendió, no conocían la historia de que se habían filtrado. Fueron subidas de manera pirata, así que no eran las versiones que yo quería mostrar. Me acuerdo que cuando eso sucedió me enojé mucho. Sentí que alguien estaba abusando de mi confianza, aunque podía pasar. Lo que sí sé es que no estuvo involucrado ninguno de los amigos a los que les compartí esos temas. El enojo me duró poco tiempo, porque vi que la gente reaccionaba ante eso, y me gustó. Lo que tuve en mente siempre fue que las canciones no iban a ser así. Desde ese entonces, no volví a escuchar el disco hasta ahora. Cuando puse “Google Earth” me dio vergüenza, no me gustó para nada. Éstas son las verdaderas formas de mostrarlas. Durante mucho tiempo me acompañó esta cosa de sacar el disco.

-De hecho, “Google Earth” la rebautizaste como “Google Maps”.

-“Google Earth” pasó a ser un tema nuevo porque le cambié el nombre, lo que enojó a muchos. Como la cantaron varias veces así, con esta nueva versión se sintieron defraudados. Nadie se va a violentar por semejante tontería, pero me gusta ver la potencia que tienen esos pequeños detalles. Uno nunca lo imagina hasta que sucede.

-¿Por qué te mantuviste fiel a la idea de no sólo de hacer el disco, sino de incluir las canciones de aquella época?

-Ese disco pirata tampoco llegó a tantos lugares, tiene tres millones y medio de reproducciones. Me di cuenta en estos días de que hay mucha gente que está descubriendo “Google Maps”, mientras que temas como “La revolución” no eran parte de ese disco pirata. Entre diciembre de 2016 y enero de 2017, fuimos a grabar con El Mató el disco La síntesis O’konor (2017) a Estados Unidos, y todo lo que pasó luego con esas canciones fue muy importante para la banda. Tuvo tanta repercusión que cambió nuestra dinámica. Eso generó que el disco solista fuera quedando en un segundo plano, porque los tiempos se achicaron con las giras y todo lo demás. Recién en la pandemia lo retomé. Cuando escuché lo que tenía, no me gustó para nada. No las canciones, sino la forma en que fueron hechas. Y en 2021, empecé de vuelta a grabar todo. Le sumé canciones que no estaban, y recién el año pasado pude terminarlo. Nota aquí.



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