Un pibe macanudo.
El cantante ovetense, recién llegado de Buenos Aires, narra una experiencia que concluirá el próximo octubre, cuando compartirá escenario con el gran Calamaro.
Mientras cuenta las experiencias, a Moro le suena el móvil, no reconoce el número, lo coge y... «¡Alejandro!», un amigo argentino. Se pone muy contento, le cambia la voz y le cuenta que está hablando de su país. «En octubre estamos ahí, ya te cogí (risas), digo, ya te tomé la palabra, tengo un asado en el Templo». Alejandro había conocido su música través de internet, y, cuando se enteró de su presencia en Buenos Aires, no dudó en ir a verle. (Ese Alejandro soy yo mientras le llamaba desde Madrid,,,increíble anécdota). Leer nota. Visita la web de Pablo.
viernes, julio 18, 2008
Pablo Moro
Publicadas por Romano a la/s 8:30 p.m.
Etiquetas: Pablo Moro, Personal
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