jueves, julio 01, 2010

Paco de Lucía

En caso de duda.
Irrumpe sin compañía ni coraza, abrazado solo a esa guitarra de la que nadie imaginó que atesorara semejante caudal de emociones. Paco, fiel a sí mismo, a su amor por las cosas sobrias, serenas y henchidas de magia: la camisa blanca, el chaleco oscuro, el rostro ladeado y los ojos comprimidos, ciegos de tanta belleza. Nota completa aquí.

0 comentarios: