miércoles, junio 05, 2013

Daniel Serrano

UN NEGRO SÍ APLAUDIÓ O LA EXTRAÑA SONRISA DE LETIZIA

Tampoco pueden quejarse los Príncipes. En otros tiempos los anarquistas lanzaban bombas a los palcos del Liceo y hoy la cosa se reduce a un simpático abucheo aminorado por los entusiastas aplausos de Xavier Trías, que se queda en seguida con cara de alemán en el Rick's Cafe de Casablanca cuando la parroquia se arranca por La Marsellesa y ahoga el über alles apenas insinuado en cuatro notas borrachas. O sea que tampoco es para tanto, resulta de lo más saludable y que vaya aprendiendo nuestra real pareja porque la gente, en general, está a la que salta y de saque abuchea a todo mandatario que se ponga a tiro.
Crónica aquí.


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