domingo, enero 04, 2015

Joaquín Pérez Azaústre

Inmigrantes a la deriva

El casco abre en canal las aguas del silencio. La tripulación se ha subido a las lanchas hace ya varias horas, tras conectar el piloto automático, abandonando el buque al rumbo esquivo de su viento fantasma, en la circulación de los vahídos vaporosos del mar. Sin embargo, en su vientre hay entre 400 y 500 inmigrantes. Alguien sale de la bodega, va a la radio y hace una llamada de socorro: "Estamos solos y no tenemos a nadie que nos ayude". Y así es: el carguero Ezadeen , con bandera de Sierra Leona, navega solo desde el mar Jónico, y si continúa en la misma dirección se estrellará contra las rocas italianas. La Guardia Costera recibe la alarma del viejo carguero, ya sin combustible y con los motores apagados, a solo 40 millas náuticas del Cabo de Santa María di Leuca, en el sur de Italia. La tormenta es rumiante en el cielo encrespado y los pasajeros delEzadeen son rescatados por dos helicópteros. Esto sucede el jueves, pero la situación no es nueva: tres días antes, también arribó a las costas italianas el Blue Sky M. , un mercante con bandera moldava, después de un SOS lanzado frente a Corfú. Desembarcaron en Gallipolli, cuando seis militares italianos subieron a bordo, consiguieron hacerse con el timón del buque y encontraron dentro a 700 inmigrantes. Nota aquí.


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