Hay una sed sin fondo
que me llena la garganta
de nidos vacíos.
Solo en el hueco de tus manos
encuentro el alivio.
Estrello mi avión en sus dunas
y recorro su línea de la vida.
Hasta donde la noche y la sed
se extinguen.
lunes, febrero 12, 2018
Ismael Serrano
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