miércoles, junio 05, 2019

María Guivernau

DUERMEVELA 

Cruzo
del sueño a la realidad
a parpadeos.
Las punzadas de una orilla a otra
entremezclan dolor y deseo,
y cuando en una de ellas
se hace insoportable respirar
me dejo mecer hasta dormir.
Salgo del encierro de mi cuerpo
atravesándome la piel para mirarme
y me recorro
las huellas que han quedado dibujadas
como un mapa que lleva siempre
al epicentro del ser,
al lado izquierdo.
El silencio se rompe a latidos.
Y vuelvo dentro,
al calor de mi carne,
cruzándome las orillas,
meciéndome,
hasta caer dormida.
(Foto: Joanne Leonard)


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