sábado, agosto 15, 2020

Ismael Serrano

Ismael Serrano, la vigencia del oficio de cantautor

El artista emociona con su voz y su guitarra en los conciertos de Viva la Vida 

A solas con su guitarra pero pertrechado con un nutrido repertorio de temas "sanadores", Ismael Serrano defendió con éxito la vigencia oficio de cantautor en el sentido más purista del término, en pleno siglo XXI y en medio de una insólita pandemia que todos tiene preocupados y desconcertados y en torno a la que no pudo evitar reflexionar a lo largo de la velada. 

Desde el escenario isleño de Viva la Vida, en Bahía Sur, el madrileño ejerció en estos tiempos convulsos "terapia de grupo" -eso dijo que hacían los conciertos- con su música, sus canciones... Y también con sus palabras. Algo así como bálsamo para un tiempo en el que afloran las heridas. "Todo esto pasará y lo pasaremos juntos", afirmó al dirigirse al público.   

El cantautor que mira las estrellas, que en los 90 dejó colgada la carrera de Ciencias Físicas en la Complutense para dedicarse a cantar porque era lo que le llamaba pero al que nunca dejaron de fascinarle los misterios del universo, echó mano a su alma de poeta -todo cantautor la tiene por obligación- para trazar a lo largo de todo el recital paralelismos que fueron del inmenso cielo de verano a sus letras y a su guitarra; de las anécdotas de la carrera espacial, de la primera vez que el hombre pisó la Luna, del principio de Heisenberg y la teoría de los universos paralelos a las vidas, amores y desamores de esas personas y a esos momentos particulares que narran sus canciones; del brazo de la vía láctea y los cuerpos celestes a ese escenario concreto instalado en Bahía Sur que en la noche de este viernes reunió a un modesto público en un concierto obligadamente íntimo pero también por ello memorable. Todo -reconocería a lo largo de la velada- es cuestión de perspectiva. A veces solo hay que cambiar de punto de vista. Nota aquí.


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