jueves, abril 01, 2021

Rodolfo Serrano

 Un día más

Vuelvo otra vez. Camino por las sombras.
Me agarro fuerte a ellos. Son ahora
la pequeña esperanza de mis días.
Pongo mi vida y suerte entre sus manos.
Sin pudor ya que pueda avergonzarme,
les muestro los despojos de este cuerpo.
Inútil, asustado, me someto
a enfermeras y a médicos y a análisis
que marcan mi camino a las estrellas.
Esta carne, que algún día fue gloriosa,
hoy suspira doliente y asustada.
El miedo me penetra, lento y negro,
como una aguja helada, hasta los huesos.
La esperanza es un vuelo de vencejos
acariciando el alma del desastre,
abriendo los pasillos, silenciando
el murmullo de las máquinas, la angustia
de tanta soledad, iluminando
las sombras en el sueño de los otros.
Estamos siempre solos en lo oscuro,
solos ante el dolor y ante la angustia.
Aborrascada noche que sentimos
abriéndose a nosotros y al abismo,
al desgarro brutal de la conciencia.
No será esta tristeza para siempre.
El tiempo deja atrás negros recuerdos,
aunque siempre nos deje cicatrices
en nuestro corazón, campo de minas,
ese seco rastrojo que no espera
ni la lluvia bendita de los cielos.
Mas seguimos, viviremos como el árbol
que brota en primavera y que resiste
el golpe de la nieve y de los vientos.
Como el árbol, mi cuerpo también quiere
luchar contra la furia y la tormenta.
Abrazarme a la vida que aún es mía.
La foto es de
Raul Cancio
. Darle un toque y la veréis en toda su belleza.



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