sábado, julio 10, 2021

Mikel Erentxun

 “Disfruté aquel mundo de sexo, drogas y rock. Alucino con que no se me fuera la cabeza”

El líder de Duncan Dhu celebra 35 años de carrera recordando la gloria juvenil, el exceso de los ochenta, el confinamiento y el problema en el corazón que le cambió la vida.

En el año 2013, Mikel Erentxun (Caracas, 1965) sufrió un problema en el corazón. No era grave, pero él pensó que iba a morir. Reconoce que suena a tópico, pero aquello le cambió la vida. En la UCI, intubado, se hizo varias promesas a sí mismo si salía de aquella. Lo consiguió y ha cumplido algunas de las que se pueden contar: ir a casa de Elvis, viajar a Japón, pasar más tiempo con sus hijos, mejorar como persona. Dejó su mala vida en la mesa de operaciones. Mantiene una dieta saludable “infinitamente más limpia”, corre con frecuencia y practica meditación. No prueba las drogas ni el tabaco (“nunca fumé”).

Este miércoles nos lo contó en Málaga con los ojos escondidos tras unas rayban, viste vaqueros, camiseta y zapatillas oscuras. También sombrero, porque, como dice Coque Malla, “Mikel luce los mejores sombreros del pop español”. Dicharachero, feliz, animado, confiesa que está escribiendo las mejores canciones de su vida. “Creativamente hablando soy mucho más completo que antes”. No se cansa de furgonetas, carreteras, noches fuera de casa o entrevistas.

“Cuando me preguntaban en el colegio qué quería ser de mayor, siempre respondía que arquitecto. La música estaba ahí, pero nunca la vi como un oficio”. Tenía varios grupos y uno de ellos explotó muy por encima de sus expectativas. “Duncan Dhu nació en la Escuela de Arquitectura”, recuerda Erentxun. Allí había conocido a Diego Vasallo, que dejó la carrera en primero. Él continuó. No fue fácil, le duró casi lo mismo que su mítico grupo. Con mucho orgullo y la recomendación de su madre, terminó licenciándose 12 años después. Su título brilla en la pared de su estudio junto a varios discos de oro. Nota aquí.



0 comentarios: