lunes, febrero 07, 2022

Yiyo el Zeneize

 Legado familiar

Cien años de historia en una esquina de Mataderos: los secretos de Yiyo el Zeneize, el almacén que se convirtió en restaurante

La abrió hace cien años un inmigrante italiano y fue almacén, vinería y hasta fábrica de encurtidos. Tuvo como clientes a músicos, deportistas y políticos. Los familiares del dueño original la convirtieron en restaurante y quieren declararlo “sitio histórico”.

Pasó de almacén a punto de cerrar a bar de moda renacido en pandemia. Y, en breve, será también sitio histórico, café notable y patrimonio cultural de la Ciudad. La Legislatura porteña votó en pimera lectura un proyecto para que Yiyo El Zeneize reciba esa triple declaración y la ley avale la fama ganada dentro y fuera del barrio de Parque Avellaneda.

En su siglo de vida, esa esquina de Eva Perón y Ameghino cambió varias veces de rubro pero siempre dio de comer y beber. Y para todos fue y sigue siendo Yiyo El Zeneize o, simplemente, Lo de Yiyo. Porque, más importante que lo que se vende, es su gente y su historia, que arrancó cuando el barrio aún era un pedazo de campo en la ciudad.

El proyecto, presentado por el legislador Javier Andrade (Frente de Todos), propone que el bar sea catalogado como café notable y denominado sitio histórico de la Ciudad. Un título que le calza como anillo al dedo cuando se ven sus paredes con textura, tapizadas de botellas y recuerdos; su construcción apenas modificada; su sótano con bodega centenaria. Su teléfono, el primero del barrio.

Ese legado también será digno de reconocimiento, sobre todo si se saborea: el proyecto propone que las prácticas y saberes de este bar sean declarados patrimonio cultural porteño. Esto abarca su carta, que incluye conservas hechas con los métodos aprendidos por sus herederos cuando en esa misma esquina funcionó una fábrica de encurtidos. Nota aquí.








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