jueves, mayo 19, 2022

Pueblo Escondido

 La charcutería de culto que quiere reinventar la picada desde una pintoresca esquina de Uribelarrea.

Pueblo Escondido nació en 2003, en este pueblo de la Provincia de Buenos Aires, ubicado a 90 kilómetros del Obelisco.

“El Salamín es un invento de la industria”, afirma Gabriel Narvaes, desde Pueblo Escondido, una vieja esquina en Uribelarrea, en el partido bonaerense de Cañuelas, a 90 kilómetros del Obelisco, que ha modificado la manera de plantear la clásica picada argentina, con chacinados según recetas familiares, traídas desde Italia. “No solo es cultura ir al Colón, también comer una buena picada es un acto cultural”, confirma Miguel Carello, la otra pieza fundamental de este restaurante y charcutería que plantea un desafío a través de una línea de fiambres desconocida para muchos. Plantean la evolución de la picada. Y mal no les va.

“Se tiene que hablar con propiedad: no son salamines, son embutidos”, afirma Carello, quien fue durante muchos años Jefe de Producción de chacinados y quesos de la Escuela Agrotécnica Salesiana Don Bosco, muy conocida por sus productos del territorio. Enfatiza: “Todos aquellos productos que se meten a presión en una tripa son embutidos, dentro de estos, están los diferentes tipos de salames”. Enumera: el quintero mercedino, el tandilense o el de Colonia Caroya. Cada uno tiene un sabor distinto. Llevan distintas especias. “El embutido estrella de este momento es la Nduja”, aclara Narvaes. Nota aquí.










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