Ese Diminuto Espacio
Guarda en el cofre del pecho los suspiros de los días,
El aliento concatenado de los otoños aburridos,
La rutina gris empapada de monotonía,
Todos cumplidos,
uno a uno.
Ellos serán el oro del futuro,
Tu tesoro más preciado,
La sed saciada y fecunda,
Que deja preñada a la esperanza
Para que nazca la melancolía.
Diabético de azúcares,
Y cegado por el azar,
Con la llave del tesoro
Te darás de bruces,
Y abrirás, ya lo creo que abrirás,
Esa conserva en salazón.
Y en el reflejo del ámbar
de una lata de latón,
Verás el diminuto espacio que ocupan
Los pétalos de la felicidad
En la flor de la ternura.
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