Palestina resiste
(Villancico)
Si volviera el Nazareno,
si se atreviera a nacer,
algún voraz Polifemo:
Que te trinco y encadeno,
en cuanto abras la boca,
pidas la paz que convoca,
el humano entendimiento,
no nos jodas el invento,
la guerra es nuestra bicoca.
Si el Nazareno volviera,
no encontraría el lugar
donde le dieran hogar,
para que un niño naciera.
Pues no queda carretera,
mapa o camino que indique,
ni gente que comunique
dónde queda Palestina,
arrasada por la mina
de su vecino cacique.
Si volviera el Nazareno,
a quien llamaron profeta,
comprobaría la grieta
que el odio ruin y veneno
ha compostado en el cieno,
con metralla e impostura,
un paisaje de amargura
donde a niños indefensos,
mujeres, ancianos, presos,
Herodes da sepultura.
Si Palestina resiste,
sin hospitales ni escuelas,
miles de muertos, secuelas,
el mundo juega al despiste,
y la sangre corre en ristre
por un mapa ensangrentado;
el mundo mira a otro lado,
con silencio vergonzante,
ese pasivo indignante
ante el diario atentado.
Quedan barridas las pistas
para encontrar en la Tierra
a ese pueblo que se aferra
contra invasoras conquistas.
Ya no tendrá evangelistas,
si el Nazareno se atreve
a venir por tiempo breve,
así se entera en directo,
como hijo predilecto,
y a ver si Dios se conmueve.
(C) Zenón de Zurriola
[A la memoria de mi amiga Gloria Fuertes, autora de los mejores villancicos].
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