Neurovillancico de la lotería
del niño de Palestina
¡Sólo nos toca lo puesto!
Gaza ha tenido más suerte
¿Y en Gaza, cómo os ha ido?
Hemos tenido más suerte,
pues ha ganado la muerte,
lo tenemos asumido.
Nadie sabe cómo ha sido
según todos los expertos
de los Estados Unidos:
Por 50.000, los muertos,
100.000, desaparecidos,
pero tan sólo un herido.
Ya ni nos toca lo puesto.
Se han quedado con lo nuestro.
Pero está muy repartido.
En Gaza ganó la muerte,
todo está muy repartido
Lo tenemos merecido,
según dicen los expertos.
Ya no nos quedan ni muertos.
Sólo nos queda un herido
para exponerlo a la muerte,
pero ha habido mucha suerte:
apenas tiene un rasguño,
apenas levantó un puño.
Y el puño selló su suerte.
Se lo tiene merecido,
por ser débil y no fuerte,
pobre, niño e inocente.
Neurovillancico de la lotería
¡Nos tocó lo puesto!
¡Qué carnicería!
¿Y el mundo, sigue inconsciente?
Nadie sabe cómo ha sido,
pero está muy repartido,
con un alto coeficiente,
el silencio de la gente
es mortífero arsenal.
Pasa, todo les da igual:
24 horas al día,
inyección de lotería,
para que nadie despierte.
El camino de la muerte
sigue con su recorrido.
Está muy mal repartido.
Neurovillancico de la lotería
¡Nos tocó lo puesto!
¡Qué carnicería!
Justo al lado del mar Muerto.
Para jugar a la muerte
y arrasar cuanto tenía,
para matar su alegría,
para que nadie despierte
de su mortal lotería,
en el bombo de la muerte,
regalo de su vecina,
metieron a Palestina,
pero ha habido mucha suerte:
Ha tocado muerte y ruina.
Se han quedado con lo puesto.
Les han robado lo nuestro.
Pero está muy repartido.
Neurovillancico de la lotería
¡Nos tocó lo puesto!
¡Qué carnicería!
Total, para lo que queda,
en esta franja de Gaza,
se ha prorrogado la caza,
sigue vigente la veda.
No hay rebelión en la granja,
ni cementerio ni zanja
donde quepa un muerto más.
La ONU regala mapas,
encuadernados con tapas,
para que barran la franja.
La muerte está asegurada.
Y el tambor vuelve a tañir.
Se oye a una niña decir
pero si no queda nada.
Palestina está arrasada.
Pero en lo poco que queda
se ha prorrogado la veda.
Tambores de guerra y ruina.
Ya no existe Palestina.
Ahora, sálvese quien pueda.
También lo poco que queda
se lo van a repartir.
No se reparten los muertos
porque están muy repartidos.
Sólo son 50.000,
a decir de los expertos.
Total, se iban a morir...
Y en la ONU, rostros serios,
siguen firmando la paz.
La paz de los cementerios.
Neurovillancico de la lotería
¡Nos tocó lo puesto!
¡Qué carnicería!
Palestina ha muerto
de noche y de día.
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