FARO
Erigida en lo alto
los pies anclados al suelo
con los ojos bien abiertos
iluminando los caminos.
en constante alerta
luchando contra tempestades,
apaciguando el miedo al naufragio,
brindando el abrazo preciso,
en un solo parpadeo,
al extraviado de su itinerario.
Pero el mar y el cielo siempre lejos.
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